EL REY HUYE A ARANJUEZ. MOTÍN DE ESQUILACHE, 1766.

En 1766 el Motín de Esquilache estalla en Madrid obligando al Rey a refugiarse en Aranjuez. En la ruta Aranjuez Imprescindible hablamos de la unión de Carlos III con Aranjuez, pero era necesario explicar el SORPRENDENTE trasfondo de aquella unión.

Motín de Esquilache Aranjuez Portada tercer Centenario

CARLOS III ENTRA EN PÁNICO Y HUYE HACIA ARANJUEZ

23 de marzo de 1766, Domingo de Ramos, estalla el Motín de Esquilache. Una muchedumbre enfurecida de miles de personas arrasaban Madrid. La residencia de Esquilache fue saqueada, la presidencia del secretario de Estado (Grimaldi) apedreada, gritos constantes de: ¡Muera Esquilache!, ¡Viva España! … mientras el alumbrado público es destruido y nobles como el duque de Medinacelli comprobaron de primera mano la violencia del populacho enviándole de correo ante el Rey. Al día siguiente, Lunes Santo, la tensión seguía escalando frente a la guardia del Palacio Real. Mas de cuarenta vidas pesaban en aquellos instantes en las mentes de todos, quizás por evitar una carnicería, en un punto de inflexión, se llega a un acuerdo ante la guardia. Entre la plebe, un hombre religioso, el Padre Cuenca, es elegido para poder acercarse a Carlos III e imponer las nuevas condiciones y, tras unos momentos exponiendo sus condiciones, estas, fueron aceptadas por el monarca y de inmediato estallaron los vítores, aplausos y la continua agitación de banderas ante el Palacio Real por parte de los amotinados. El Motín de Esquilache había triunfado.

TRAS MAS DE CUARENTA MUERTOS…

Tras mas de cuarenta muertos y viéndose forzado a aceptar condiciones de sus vasallos en un clima de inestabilidad y terror, el Rey decide marchar esa misma noche a Aranjuez. Esquilache acompaña a la comitiva, pero ya en Aranjuez proseguirá rumbo a su destierro italiano.

En Madrid se reavivan las llamas de los amotinados, pues toman la huida del Rey como un paso previo a una gran represión.

Los amotinados toman Madrid y asaltan varios cuarteles para conseguir armas ante el hipotético ataque. Las puertas de la capital se cierran, los cortesanos y ministros (secretarios de despacho) quedan encerrados y los «motines de Esquilache» se propagan por País Vasco y ambas Castillas de forma notable y , en menor medida, por Aragón, Extremadura y Andalucía.

LA CAPITANÍA GENERAL DE VALENCIA ENTRA EN ARANJUEZ, EL MOTÍN DE ESQUILACHE COMIENZA A SOFOCARSE.

Motín de Esquilache Aranjuez Granaderos

 

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